En Holanda se cobrará a todos los sitios de la red de dicho país que incrusten vídeos musicales. La iniciativa es de una asociación holandesa que aglutina cerca de 20.000 artistas, y las acciones comenzarán el primer día del próximo año.
El plan pasa por rastrear la red a la caza de los sitios que incrusten vídeos de YouTube, y los sitios deberán pagar una licencia de uso anual, con una tarifa de precios que parte de los 130€ por cada 6 vídeos, aunque si son más, el precio también aumenta. La intención es advertir primero a los responsables del sitio instándoles a que retiren los vídeos, y si se hace caso omiso, se procede al cobro.
De esta forma, Holanda entra en la lista de países e iniciativas que, después de muchos años de vivir del cuento, y a falta de un modelo de negocio mejor -porque no escuchan a quien deberían escuchar- proceden a la aplicación de unos métodos que atacan a las vías gratuitas de promoción de los artistas.
Claro que siempre se pueden alojar los dominios fuera de Holanda… ;)
