En el campo del marketing, son muchas las acciones que las empresas pueden hacer para llegar a los usuarios y atraerlos hacia sus productos como pueden ser campañas publicitarias, patrocinios deportivos, uso de las nuevas tecnologías, etc, pero sin duda los eventos presenciales han destacado en los últimos años como una de las mejores herramientas en estrategia de marketing y comunicación.
El objetivo de la organización de un evento por parte de una marca es poder llegar a las emociones del consumidor y poder crear una relación de fidelización entre el consumidor y la compañía. Para ello se puede optar por la organización de presentaciones, conferencias, seminarios, talleres…, aunque últimamente los eventos actuales son una combinación de ocio y trabajo.
Pero la organización de un evento no es una tarea nada sencilla, ya que hay ciertos factores que marcarán el éxito o el fracaso de dicha acción.
En un evento es fundamental tener presente lo que se conoce como marketing experiencial, es decir, que todas las personas presentes puedan interactuar con los productos y servicios que ofrece la compañía y que pretenden dar a conocer por medio de la celebración de ese evento.
Otro de los factores a tener en cuenta es el lugar de celebración del evento. No es igual de atractivo hacerlo en una sencilla sala de reuniones que en un lugar llamativo y atractivo para las personas.
Con la celebración de los eventos, las marcas buscan diferenciarse del resto de competidores y eso lo consiguen por medio de las experiencias, donde el consumidor podrá vivir sensaciones las cuales quedarán en su recuerdo durante un mayor espacio de tiempo.
Pero además, los eventos son un gran generador de contenido que compartir en las redes sociales y medios digitales, un valor añadido que nos permitirá llegar a un mayor número de potenciales clientes.
