4 claves para poner a punto tu zona de teletrabajo

La pandemia ha hecho que el teletrabajo haya llegado para quedarse. Hasta entonces, solo unos pocos privilegiados podían disfrutar de esta forma de trabajar, pero ahora el número aumenta cada día. La clave en todo esto, es poder disfrutar de una zona de trabajo adaptada a nuestras necesidades. Solo así podremos sacar adelante nuestras tareas de forma eficiente. Para conseguir esto, desde Kobold nos dan 4 claves para tener todo a punto y perfecto.

Escoger el lugar adecuado, silencioso y con ventilación

Lo primero de todo será elegir el lugar donde instalaremos nuestra zona de trabajo. Para ello, es importante que se trate de una zona tranquila, alejada de distracciones y que cuente con una buena ventilación. Lo ideal sería próxima a una ventana.

Ventilar el espacio en el que trabajamos y pasamos muchas horas del día, es fundamental para evitar un ambiente cargado y cuidar la salud. El aire de los espacios debe renovarse para que continúe siendo respirable y beneficioso para el organismo. Lo ideal es ventilarlo cada mañana durante 10 o 15 minutos y hacerlo diversas veces a lo largo de la jornada laboral.

Elegir los elementos imprescindibles para evitar dolores de espalda o cervicales

Lo esencial cuando se trabaja muchas horas sentado frente a un ordenador es conseguir mantener una buena postura y tratar de evitar malos hábitos que causan dolores de espalda o de cervicales. Para conseguirlo, deberemos contar con una mesa amplia -de altura media y preferiblemente de madera- en la que nos sintamos cómodos y en la que quepan el ordenador, el teclado, el ratón, los auriculares, la libreta, el lapicero, el agua… De hecho, es importante asegurarnos de que tenemos todo ello al alcance de nuestra mano, pero nunca más de lo estrictamente necesario. Así evitaremos, por un lado, levantarnos y perder el tiempo en buscar objetos o documentos que necesitaremos y, por otro, distraernos con elementos irrelevantes que están de más en nuestra mesa.

Por supuesto, otra clave fundamental es hacernos con una silla ergonómica con ruedas, que podamos adaptar a nuestro cuerpo (altura, brazos, respaldo, etc.). Este elemento de nuestro espacio de trabajo es clave para cuidar de nuestra espalda. Se recomienda, además, apoyar los pies en el suelo, mantener la espalda recta, sin tensión, y los brazos relajados sobre la mesa o los reposabrazos de la silla.

También es aconsejable contar con elementos auxiliares que nos provean de luz a primera hora de la mañana o a última de la tarde. Un flexo puede ser una gran opción, ya que es posible regularlo, enfocarlo hacia abajo y situarlo por debajo de la altura de nuestros ojos. Nos permitirá ver mejor y crear un entorno cálido y funcional.

Mantener siempre el orden y la higiene

Guardar el orden de todos los elementos del espacio de trabajo, limpiar y desinfectar, no solo el entorno, sino la mesa, la silla, y los equipos con los que estamos continuamente en contacto -como ordenadores y móviles-, es clave para preservar un entorno saludable y libre de cualquier partícula nociva.

De hecho, en el teclado de nuestro ordenador se acumulan 400 veces másbacterias que en un inodoro. De este modo, un teclado puede contar con hasta 33 mil bacterias y más de 3 mil hongos por centímetro cuadrado, por lo que un teclado medio de 35×15 cm podría llegar a tener hasta 17 millones de bacterias y más de 1,5 millones de hongos. Por ello, es vital limpiarlo frecuentemente con un paño húmedo desinfectante y aspirar con un aspirador de mano* toda la suciedad que se acumula entre sus teclas.

Prestar especial atención a la decoración y otros elementos que proporcionen bienestar

Sentirnos bien en nuestro espacio de trabajo es algo que influye directamente en nuestra productividad y eficacia. Por ello, incluir en él elementos decorativos como plantas que renueven el aire, frases motivadoras en la pared o toques de color -como láminas o pequeños cuadros- que nos llenen de vitalidad y positividad, puede ser buena idea.

Otros objetos decorativos como estanterías o cajas pueden resultarnos realmente útiles para almacenar objetos o documentos del trabajo y, generalmente, no suponen una distracción.

En este sentido, los aromas de velas, mikados, incienso… habitualmente son buenos aliados para ayudarnos a relajarnos y concentrarnos. ¡La lavanda es siempre una fantástica opción! También nos ayudará en este proceso el color de nuestra habitación, los tonos claros suelen funcionar muy bien. Por lo que, tanto el blanco, como el beige o el gris perla pueden ser buenas elecciones. Además, la llenarán de luminosidad.

Bastará con aplicar estos simples consejos para construir de manera sencilla un espacio ideal para el teletrabajo, totalmente higiénico y siempre a punto para ponernos manos a la obra.

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